
El verano pasado, mi familia y yo fuimos de vacaciones a la playa. Pasamos una semana relajándonos en la arena, nadando en el mar y disfrutando del sol.
Durante las mañanas, nos levantábamos temprano para ver el amanecer sobre el océano. Luego tomábamos un desayuno ligero antes de dirigirnos a la playa para pasar el día.
Por las tardes, explorábamos los alrededores y visitábamos tiendas locales para comprar recuerdos. También probamos la deliciosa comida de la región y disfrutamos de la música en vivo en los restaurantes de la playa.
Al final del día, regresábamos a nuestra casa de vacaciones para descansar y recargar energías para el día siguiente. Fue un viaje inolvidable que siempre recordaremos con cariño.
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