La sede del Partido Popular de València ha sido vandalizada este sábado con manchas de pintura roja en su fachada, acompañadas por el mensaje «Tacats de sang fins al coll» («manchados de sangre hasta el cuello») en el suelo de la entrada. Este acto ha sido reivindicado por el colectivo Arran.
Según informa el partido, esta no es la primera vez que la sede es atacada por este grupo, siendo esta la segunda ocasión en menos de un año. Ante esta situación, el Partido Popular ha condenado enérgicamente el ataque, declarando que no se dejarán amedrentar y seguirán trabajando por los ciudadanos valencianos, por la libertad de la Comunitat Valenciana y de España, y por la democracia. Han hecho un llamamiento para poner fin a la violencia.
Por su parte, el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, ha manifestado en redes sociales su rechazo al «independentismo violento que mantiene a Sánchez en el poder», asegurando que no se dejarán intimidar y continuarán defendiendo su tierra y su identidad.
La alcaldesa de València, María José Catalá, también ha condenado el acto vandálico, destacando que la violencia nunca es el camino a seguir.
Desde Arran, han compartido un vídeo en el que muestran las pintadas y expresan su indignación por la falta de consecuencias tras la tragedia ocurrida el 29 de octubre, donde perdieron la vida varias personas. Critican que algunos líderes políticos se beneficien económicamente de la reconstrucción y que nadie haya asumido responsabilidades. Para ellos, esta situación es tanto imperdonable como inolvidable.
Este incidente demuestra la tensión política y social que se vive en la región, donde las diferencias ideológicas pueden desembocar en actos de violencia y vandalismo. La comunidad valenciana se encuentra dividida entre aquellos que defienden la independencia y los que abogan por la unidad de España, generando un clima de confrontación que pone en riesgo la convivencia pacífica entre los ciudadanos.
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