El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, durante el Año Jubilar, solicitó una «renovación eclesial, una nueva cultura que valore la vida y promueva la reconciliación». Destacó la importancia de ser sembradores de esperanza en el mundo para que el anuncio sea creíble.
Benavent expresó su preocupación por una cultura que se centra en un individualismo egoísta que no valora la vida humana ni fomenta la esperanza. Hizo hincapié en la importancia de llegar a las personas que carecen de esperanza y en la necesidad de una nueva cultura que valore el don de la vida humana.
El arzobispo de Valencia subrayó que la Iglesia debe ser un germen de reconciliación en un mundo dividido y llamó a vivir evangélicamente para ser un signo de esperanza. Destacó que la Iglesia debe recordar que camina hacia la misma meta de ser hijos de Dios y que su ley es el precepto del amor.
El Arzobispo de Valencia resaltó que el Jubileo es una nueva oportunidad para abrir el corazón a Dios y experimentar su gracia a través del perdón. Hizo hincapié en que el Año Jubilar nos recuerda que somos un pueblo en camino hacia el Reino de Dios y alentó a no dejar de mirar a María, la Madre de Dios.
Al finalizar la Eucaristía, el arzobispo agradeció la presencia de los obispos eméritos y en activo en Valencia y recordó la próxima ordenación de obispos auxiliares en el contexto del Año Jubilar de la esperanza. Invitó a orar por ellos y por su misión en la Iglesia como pastores y servidores del pueblo de Dios.
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